LA DEPENDENCIA EMOCIONAL AFECTIVA
La dependencia emocional es una adicción hacia otra persona, generalmente la pareja.
Cuando uno sufre dependencia, genera una necesidad desmesurada del otro, renunciando así a su libertad y empezando un camino de lo mas tortuoso y desagradable, en el que por cada minuto de falsa felicidad, derramamos una gran cantidad de lágrimas.
En todas las personas que sufren dependencia emocional, los síntomas son muy parecidos.
Síntomas de dependencia
- Necesitar al otro.
-Exigirle a la pareja que me dé más muestras de que está enamorado de mi, ya que si no, ya interpreto que no soy importante para el o ella y que no me quiere.
-Deseo de que en todo momento quiera estar conmigo, que me haga sentir su prioridad, aunque, a menudo, por la manera de ser del otro, no lo voy a sentir.
-Generar una gran necesidad de control absoluto de la pareja.
-Dejar de ser yo, de comportarme de acuerdo con mi personalidad, para gustarle más al otro, para asegurarme de que mi pareja me siga eligiendo y no tome la decisión de dejarme.
Incluso puedo llegar a hacer cosas que jamás me habría imaginado que iba a hacer (cosas inclusive degradantes para uno) con tal de no perderle.
-Sentir un terrible pánico a que mi pareja me abandone.
- Se van dejando amigos de lado, seres queridos, ya que el mundo gira totalmente en torno a la pareja, lo que hace que no vamos aislando con la misma. Aunque el otro/a, a menudo, sigue con su vida de amigos y demás.
- La pareja se convierte en el centro de nuestra vida, de nuestros pensamientos y de nuestras preocupaciones. Nuestros problemas siempre giran entorno a esa persona.
-La relación nos genera ansiedad, no dormimos bien por las noche, a menudo tenemos ganas de llorar desconsoladamente y sintiendo una gran impotencia por la misma situación.
-Nos damos cuenta que estamos estancados, y aun así seguimos luchando.
-Acostumbran a ser relaciones en las que hay rupturas reiteradas y constantes reconciliaciones, siempre volviendo con los mismos propósitos de cambio una y otra vez , aunque por supuesto no cambie nada.
- A la persona dependiente, en realidad no le gusta como es el otro, ya que le hace sufrir mucho por su forma de ser y comportarse, por su personalidad, pero aun así no quiere dejar de luchar. Su vida se ha convertido en eso, una lucha continua que nos va marchitando, quitando ilusión, nos hace invisibles y a veces inclusive nos enferma.
-Es probable que la persona dependiente tenga alguien con quien se deshaoga explicándole lo que siente, pero se da cuenta que siempre le cuenta la misma historia una y otra vez, tantas veces que llega un momento de insight de que aquello no funciona, pero aun así se produce otro bloqueo neurótico y vuelven a intentarlo.
-A veces existe maltrato. No se da en el 100% de los casos, pero en los que se da hay implícito un maltrato psicológico y emocional que se hace bastante evidente cuando en una terapia se empieza a psicoanalizar los detalles de la relación.
Debido a este maltrato donde el respeto ya se ha inhibido, la persona dependiente va perdiendo la poca autoestima que le quedaba. Si se sentía poco importante y poco realizado, después de que su pareja consciente o inconscientemente le diga que no sirve para nada o que a donde va a ir, la situación intrapersonal empeora.
Cuando esto sucede es más difícil salir de la situación , y la ayuda terapéutica se hace bastante imprescindible.
Hay unos estudios donde el porcentaje mas alto se da en mujeres por eso a menudo hablo en femenino, pero también hay hombres con este malestar y su vivencia es exactamente la misma.