domingo, 24 de junio de 2012

ENGAÑO Y AUTOENGAÑO.

 ENGAÑO Y AUTOENGAÑO. 

Introducción

Para los psicólogos, que nos dedicamos a la psicoterapia es fundamental contar con teorías científicas exhaustivas del autoengaño, ya que la sintomatología clínica que presenta los pacientes está estrechamente relacionada con este proceso. Una teoría explicativa en psicología debe fundarse en la teoría evolucionaría, en la epistemología evolutiva o en las ciencias naturales. Por ejemplo, Maturana explica el conocimiento desde la biología con su teoría biológica del conocer.
Vittorio Guidano, consecuente con este planteamiento propone una teoría explicativa del autoengaño -desde su modelo del sistema del Self procesal- fundada en la epistemología evolutiva. Para Guidano, el autoengaño está fuertemente conectado con los mecanismos de la consciencia del Sí-mismo (Self) y del lenguaje. Sostiene que la conciencia es una actividad auto referencial, que tiene como finalidad el mantenimiento de la identidad del sistema y el desarrollo del Sí-mismo. Al narrar, vale decir el poner en secuencia la experiencia se pueden poner en evidencias contradicciones, que pueden afectar la coherencia interna del sistema del Self. Si esto sucede aplanamos los rasgos que son inaceptables para el mantenimiento de nuestra continuidad interna por medio de los mecanismos de autoengaño, atribuyendo estos rasgos a los otros o bien a los eventos o a las circunstancias. Desde esta perspectiva, como dice Guidano no hay conciencia de uno mismo sin autoengaño. Es decir, el auto engaño es una actividad normal en los seres humanos. No obstante, en los pacientes con síntomas clínicos se encontrará que se auto engañan demasiado.
Para Guidano, el autoengaño entonces, es entendido como la modalidad de manipular la experiencia de Sí en curso, de modo que resulte consistente con la propia continuidad interna, lo cual es la actividad básica de la capacidad auto referencial ligada al lenguaje.

Robert Trivers, por su parte ha desarrollado una sub-teoría del autoengaño, dentro de su teoría evolutiva del sistema social, en la que explica que la selección natural puede haber favorecido el autoengaño. Postula que la mentira es una práctica profundamente arraigada en los sistemas vivos y que ha sido seleccionada en el proceso de la evolución. No solamente los seres humanos mienten. Las investigaciones muestran un gran número de ejemplos en que los seres vivos emplean la mentira con el único fin de sobrevivir.

Como define el autoengaño

Trivers describe, el autoengaño como el acto de mentirse a uno mismo o como un flujo de información dentro de un individuo, análogo a la mentira entre los individuos.Trivers sostiene que la clave para definir y explicar el autoengaño, es considerar que la información verdadera es preferencialmente excluida de la conciencia y que si esta información es mantenida totalmente, es relegada y mantenida en el inconsciente.

El autoengaño está al servicio de la mentira

Según Trivers, el estudio de la mentira, desde la perspectiva evolutiva, ha dado lugar a ciertas premisas, como por ejemplo, ante una misma comunidad, si el mentiroso miente en forma repetida, las víctimas de la mentira pueden identificar el engaño y desarrollar respuestas contra el mentiroso pasando este a ser víctima de su propio engaño. Pero, desde la emergencia del lenguaje, los humanos vivimos en un mundo altamente complejo formado por mentirosos y por personas que son engañadas por mentirosos, de tal forma, que los procesos de identificación y de provocación del engaño están coevolucionando al mismo tiempo en términos de complejidad y eficiencia.
El autoengaño entonces permite el ocultamiento de la mentira, por lo tanto, al ocultarse la mentira a uno mismo, la hace invisible ante los ojos de los otros produciendo entonces una fragmentación interna; la verdad es excluida de la conciencia y es relegada al inconsciente y es la mentira la que accede a la conciencia. Esta es la llave explicativa del autoengaño, que según Trivers puede aparecer al menos en las siguientes situaciones:
Negación de la mentira en curso. Trivers afirma, que los humanos cuando detectan la mentira reaccionan con hostilidad y agresividad, así si uno no es consciente que está mintiendo, los demás no pueden detectar las señales que indicarían la mentira, como el movimiento de los ojos, la sudoración, la calidad de la voz que denota y otros signos de tensión que acompañan la mentira. Por lo tanto ser inconsciente del engaño en curso permite ocultar más profundamente el engaño.
Según Trivers, otra instancia en que puede aparecer el autoengaño tiene que ver con la autopromoción, o la exageración del lado positivo y la negación del lado negativo de uno mismo, todo esto con el fin de producir una imagen benefactora, es decir, la imagen que beneficiamos a los otros y que somos efectivos cuando lo hacemos. También la construcción de teorías sociales sesgadas es otra fuente de autoengaño, de acuerdo a Trivers. Todos creamos teorías sociales que están al servicio de nosotros mismos. Otra fuente de autoengaño es la construcción de narrativas sesgadas de la conducta en curso con el fin ocultar las verdaderas intenciones.
Estas actividades de autoengaño anteriormente mencionadas, permiten que, el flujo de información sea ampliamente sesgado, así la mente consciente se dedica en parte a construir una falsa imagen y al mismo tiempo no se es consciente de que se está infringiendo el comportamiento y las evidencias
Para Trivers, el costo del autoengaño es la aprehensión distorsionada de la realidad, especialmente de la realidad social, y el mantenimiento de un sistema mental ineficiente y fragmentado.

El problema de la conciencia

Trivers nos recuerda que la mente humana no está dividida en conciente e inconciente, sino que se pueden reconocer diferentes grados de conciencia. Nos dice que, podemos negar la realidad y luego negamos la negación y así sucesivamente, hasta el infinito. La conciencia humana deviene en muchos grados y formas. Por ejemplo, nos sentimos deprimidos, pero luego no sabemos porque percibimos que algo no anda bien, no sabemos lo que es y tampoco sabemos porqué y así sucesivamente.

Evidencias de la práctica del auto engaño

Trivers sostiene que a lo largo de la evolución, se incrementaron las posibilidades de engaño y autoengaño, en los humanos, y que la selección natural favoreció el engaño en las especies sociales por ciento de millones de años y que en este proceso pudo haber seleccionado para la especies humana la práctica del autoengaño.
Trivers señalan muchos estudios en el campo de la psicología social que evidencian la constante práctica del autoengaño. Por ejemplo, tendemos a tener opiniones más positiva sobre nosotros mismos que sobre los demás. La memoria está sesgada y recordamos con mayor viveza aquello con lo que salimos beneficiados.
En la esfera social, ocurre también algo parecido, especialmente cuando evaluamos a los líderes de nuestra comunidad en la que generalizamos los aspectos positivos de ellos.

Otro estudio que evidencia de la práctica del autoengaño que señala Trivers, es un experimento realizado en Estados Unidos en un grupo de individuos de sexo masculino en el que se les evaluó desde el punto de vista psicológico el grado de homofobia asociado a cada uno de ellos. Tras dividir a los sujetos en homófobicos y no-homófobicos estudiaron el grado de excitación que experimentaban, midiendo la dilatación del pene, mientras se les proyectaba por algunos minutos una película pornográfica para gays. Resultó que los homófobicos se excitaban muchísimo más que los que se definían como no-homófobicos, los cuales casi no se excitaban. Además, tras realizar el ejercicio, preguntaban a los sujetos cual había sido su impresión durante la proyección y todos (incluso los que habían empíricamente experimentado excitación) afirmaban que su pene no se había alterado ante el estímulo gay.

Según Trivers el auto-engaño es una práctica común y peligrosa, porque nos aleja de la realidad y nos lleva hacia una construcción que nuestra mente identifica como real. Sostiene que el precio que pagamos por vivir en el engaño es muy alto. Las guerras y otros desastres humanos en que se encuentra presente el autoengaño son las peores consecuencias derivadas de esta práctica tan habitual.

El autoengaño en la interacción con otros sistemas humanos

Trivers señala que el conflicto interno y el flujo de información sesgada en el individuo, probablemente tiene múltiples fuentes biológicas, pero el auto-engaño evolucionando al servicio de engaño tiene sólo una. El considera las siguientes fuentes alternativas con especial atención a las interacciones. Los conflicto padre-hijos. El conflicto genético interno. La selección de suprimir los rasgos negativos y las ilusiones positivas.

Los procesos psicológicos al servicio del autoengaño

Según Trivers la negación y la proyección son procesos psicológicos básicos que están al servicio del autoengaño aunque presentan dinámicas diferentes. Señala que la negación genera la negación de la negación y requiere un nivel aumentado de la activación neurovegetativa, para atender mejor a los hechos que se necesitan negar y desviarlos de la consciencia. La proyección, al contrario, a menudo puede ser una actividad más relajada.

Los peligros de las falsas teorías


Trivers señala, que el engaño y el autoengaño siempre confrontados con una teoría distinta de la realidad que sea confiable y frente a la cual comproprobar el auto engaño. Sostiene que la teoría evolucionaria, pretende proveer justamente esto.
Para Trivers, los peligros de una falsa teoría de la realidad son ilustrados por las fallas de las teorías del auto engaño de Marx y Freud

Señala, que aunque Freud fue capaz de describir fenómenos tales como la negación, la represión y la proyección, su propia teoría no fundada el del desarrollo humano lo condujo a él a negar una cosa y a proyectar la otra. Por ejemplo, Freud negó que los avances sexuales de los parientes consanguíneos o parientes políticos hombres fueron un problema común para las mujeres, y proyectó en estas mujeres, exactamente el deseo de tales encuentros sexuales. Un enfoque evolucionario no es compatible con la noción de que las mujeres tienen un deseo sexual innato por encuentros con parientes hombres cercanos. Por el contrario, por una asimetría crítica los hombres probablemente son más beneficiados genéticamente de tales endogamias que lo que son las mujeres. Sostiene aquí, que la ausencia de Freud de cualquier visión plausible del desarrollo humano, de alguna manera le permitió torcer su argumento del autoengaño. Marx a su vez proveyó un análisis de las mentiras y el autoengaño de la burguesía, pero su ingenua teoría de la evolución económica inevitable solo estimuló el autoengaño socialista.


La carga cognitiva en la detección de la mentira.

Otro aspecto que Trivers aborda posteriormente en su teoría del autoengaño, es el siguiente:
Nos dice que al mentir conscientemente resulta muy demandante desde el punto de vista cognitivo, ya que ocultar la verdad y construir una falsedad y mantenerla para que no sea descubierta por el oyente exige tiempo y concentración, lo cual consume energía y crea una contradicción interna que reduce las capacidades para realizar tareas cognitivas

El autoengaño y los desastres humanos

Trivers no tiene dudas de que el auto-engaño hace una contribución a los desastres humanos, especialmente por la forma equivocada de las políticas sociales, donde las guerras es el ejemplo de más alto costo.
Señala que dado que el coste general de la auto-engaño es la idea errónea de la realidad, especialmente de la realidad social, el auto-engaño fácilmente puede generar grandes costos sociales.
Advierte, que aunque los desastres son estudió en retrospectiva, lo que hace que la evidencia aún no sea científica, pero que la conexión con el auto-engaño, es ciertamente sugerente.
Muestra a través de ejemplos cómo el análisis del autoengaño individual se puede extender a los grupos. A pares de individuos, como por ejemplo, el accidente del vuelo 90 de Air Florida en 1982. En organizaciones, por ejemplo, el desastre del Challenger y en gran parte de la sociedad -en la que concluye- que es probable que el auto-engaño esté presente especialmente en la guerra..

INTELIGENCIA EMOCIONAL Y MOLDES MENTALES


Inteligencia emocional y moldes mentales

Los valores, al fin y al cabo, son metas deseables, pero, ¿cómo desarrollarlas? ¿De qué dependen? Sin duda, de la inteligencia emocional  de cada uno. Sin embargo, desde la perspectiva de varios autores, la inteligencia emocional, tal como ha sido planteada por Goleman, deja muchos vacíos, por su carácter indiscriminado al abarcar aspectos no sólo cognitivos sino también rasgos de personalidad y motivaciones (Mayer, Salovey y Caruso, 2000)  y también por su carácter genérico o de producto, tal como lo plantean os propios autores originales, Salovey y Mayer (discriminar, encauzar y rentabilizar las emociones propias y ajenas), cuyo nivel de predicción para los criterios de satisfacción, adaptación y rendimiento resulta todavía pobre. De ahí que nosotros defendamos un enfoque más de proceso que de producto, al igual que ocurrió con la inteligencia racional, resaltando las estrategias cognitivo-emocionales comprometidas en el modo de anticiparreaccionar e interpretar la realidad, a través de lo que denominamos “moldes mentales”. Pero, ¿qué son los moldes mentales?
En la película “Mar adentro”, Amenábar enfoca en varias ocasiones la portada de nuestro libro “Los Moldes Mentales: Más allá de la inteligencia emocional”, especialmente cuando Rosa intenta que el tetrapléjico Ramón Sampedro, en su deseo de morir dignamente, cambie sus moldes: “Te vi por la tele y me fije en tus ojos, que son maravillosos, unos ojos llenos de vida y pensé: ¿cómo alguien puede querer morir con esos ojos?… Todos tenemos problemas y no hay que huir de ellos, ¿sabes?… He venido par decirte que la vida vale la pena”. En ese intento de cambiar sus moldes, Sampedro le replica, ahondando en sus motivaciones profundas: “¿Por qué no hablamos de la verdadera razón de por qué estás aquí? ¿Por qué no hablamos de que claramente eres una mujer frustrada que te has levantado hoy sábado con ganas de encontrarle un sentido a tu propia vida?”.
La teoría de los Moldes Mentales (Hernández, 1997, 2002, 2005a, 2005b) defiende que, a través de situaciones reiteradas, nos vamos creando formatos de pensamiento, que son piezas clave para mejor entender el puzzle de la Inteligencia Emocional. Los moldes mentales son enfoques o estrategias cognitivo-emocionales, construidos en la interacción entre las disposiciones genéticas y el aprendizaje. Vienen a ser como el “psicoma” humano, responsable de nuestras creencias, emociones y comportamientos.  A través del análisis factorial, partiendo de un conjunto de aserciones sobre el modo de pensar antes, durante y después de las situaciones emocionalmente implicativas, hemos extraídos treinta moldes mentalesque parecen los más dominantes en nuestro modo de reaccionar, interpretar o valorar la realidad (Hernández, 2002). Por ejemplo, las atribuciones, siguiendo el modelo de Weiner, vienen a ser un tipo de molde mental o “formato de pensamiento”, como modo habitual de explicar los éxitos o fracasos.
Un molde  es un “formato dinámico y flexible” con el que “configuramos” de modo peculiar y habitual los “contenidos” que interpretamos. Así, ante una entrevista de trabajo, las personas generan tipos de pensamientos con un formato o molde similar aunque las situaciones sean muy distintas (consistencia). Ejemplos de estos pensamientos y formatos son: “Voy a deslumbrar al entrevistador y me aceptará tan pronto me oiga hablar” (Inflación-decepción); “¿Y si me bloqueo cuando me pregunten” (Anticipación aversiva); “Seguramente el entrevistador tratará de hundirme” (Predisposición hostiligénica); “prefiero no plantearme que tengo una entrevista” (Oblicuidad cognitiva); “¿Para que voy a presentarme?, al final, todo es igual…” (Anticipación devaluativa); “Voy a permanecer tranquilo cuando me hagan una pregunta inesperada” (Control emocional anticipatorio); “¡Ánimo, seguro que, pasados los primeros minutos, todo irá muy bien!” (Motivación proactiva); “tengo que calcular que puede haber preguntas difíciles, pero también fáciles, en cualquier caso todo saldrá bien y si no, será una experiencia más” (Anticipación constructiva previsora), etc.
Los moldes cognitivo-afectivos tienen como referencias más próximas el pensamiento causal en la Teoría de la Atribución (Weiner,1972); los errores lógicos del Modelo Cognitivo de la Depresión de Beck (1974); la autorregulación del afrontamiento en la Teoría Cognitivo-emocional de Lazarus (1968), así como los modelos de trabajo basados en los procesos de regulación afectiva (Mikulincer, 1998).
Cada molde constituye una pieza suelta de gran valor y que ensamblada con otras responde a unos objetivos determinados. Concretamente, observamos que un molde como el hipercontrol anticipatorio puede relacionarse con un mayor rendimiento académico, pero no con un mayor disfrute de la vida. Hay un conjunto de moldes que predicen perfectamente la felicidad o bienestar subjetivo, otros predicen un mayor bienestar subjetivo comunitario, mientras que otros, una mayor eficacia, diferenciando eficacia en los negocios, en el estudio o en el ajedrez.
Todo esto indica que, utilizando los moldes cognitivos afectivos, podemos intervenir mejor sobre ellos, pues son estrategias concretas y operativas, de fácil diagnóstico y modificación. También, que contamos con un material más flexible para entender la personalidad y el comportamiento humano.

PEDRO HERNÁNDEZ "GUANIR"

lunes, 18 de junio de 2012

LA PAREJA ¿AMOR O NECESIDAD?


LA PAREJA ¿TE QUIERO O TE NECESITO?

Hay personas que se enamoran siempre de personas que necesitan ayuda, pero no para amarlas sino para sentirse útiles y queridas.
Si la pareja no te importa no te impliques, si no te afecta de alguna manera no es una relación armónica y madura, que es el ideal al que todos aspiramos.
La coodependencia más común es la de una pareja en la que unos de sus miembros sufre una enfermedad o una adicción, el otro dedica su vida a cuidarle y a ayudarle pero sin dejar que se cure completamente, ya que, lo que da sentido a su vida es sentirse útil y necesitado.
Esto explica que hay personas que tienen un rasgo común en todas sus relaciones, siempre se enamoran de alcohólicos, personas sin trabajo que hay que mantener, personas que necesitan algún tipo de ayuda.
Esto es una lucha en que cada uno ejerce su forma de control del otro asumiendo papeles de víctima o de salvador. Los expertos coinciden en que quien está inmerso en una relación de coodependencia, nunca se da cuenta de ello por sí mismo, corresponde a un tercero desde fuera la responsabilidad de hacerlo evidente.
La coodependencia puede provocar también una serie de síntomas psicosomáticos inespecíficos, dolores de cabeza, desarreglos digestivos menstruales, insomnio o trastornos psicológicos o enfermedades como la depresión, la obesidad, la bulimia. Los primeros síntomas de alarma serían no estar a gusto, no sentirse feliz, no querer llegar a casa, no sentir deseo. Ante esto siempre cabe preguntarse a uno mismo que me pasa.

El temor de comprometerse

El miedo a la intimidad, al compromiso, a la dependencia amorosa que hoy día se da con mucha frecuencia es también un tipo de relación dependiente. Hay muchas personas que cuando les surge el deseo, la atracción por alguien o se enamoran les aparece automáticamente el miedo a la dependencia, al compromiso. Suelen darse estas situaciones en personas con experiencias anteriores dolorosas y frustradas o en personas con padres separados.